La Mediación Sanitaria es un sistema efectivo y beneficioso para la resolución de conflictos tanto para las relaciones del personal sanitario como las relaciones entre usuarios del sistema y los mismos profesionales.
El objetivo es conseguir un mejor ambiente en la sanidad y cuidar entre todos del sistema que nos cuida, difundiendo la mediación como una gran herramienta de resolución pacífica de conflictos.
Humanizar la atención sanitaria significa apostar por una sanidad más amable y centrada en las personas. Humanizar también significa personalizar la asistencia escuchando lo que necesitan pacientes y familiares y humanizar también es entender que los profesionales pueden tener fallos y también son vulnerables. En este marco de la humanización se encuadra la mediación sanitaria, aportando beneficios a las personas al permitirles gestionar de forma más adaptativa sus emociones, eligiendo el diálogo y la comunicación en lugar del enfrentamiento.
La voluntariedad, la imparcialidad, la neutralidad, la confidencialidad y la profesionalidad del mediador, junto a la buena fe, la flexibilidad del proceso se pueden considerar como los ejes en torno a los cuales se configura y ha de desarrollarse la mediación.
También es una herramienta transformadora tanto para profesionales como pacientes, para la gestión de conflictos en la sociedad en general y en relación de la administración sanitaria y pacientes en particular.
Constituye un avance en las relaciones en pos de una sociedad más humanizada.
Es frecuente encontrarnos con situaciones necesitadas de atención, en concreto con las relaciones entre profesionales, pacientes y usuarios, en consonancia con la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
La relación médico-paciente favorece a las expectativas sobre la utilización de la mediación, lo que puede devolver a los profesionales la capacidad de ofrecer salud desde su intervención profesional. Admitir los errores o pedir disculpas, son conductas que mejoran la relación médico-paciente, la confianza con el profesional y que ayudan a prevenir errores a la vez que se disminuye el coste emocional, legal y las reclamaciones.
Los modelos de relación médico-paciente son:
Paternalista: Dónde la función del médico es promover la salud del paciente tal y cómo el médico entiende independientemente de las preferencias del paciente.
Informativo: La función del médico es dar información relevante y realizar la intervención elegida por el paciente.
Interpretativo: La función del médico es dar información relevante y ayudar al paciente a aclarar sus valores y a decidir la intervención más coherente con ellos. Respetar su decisión.
Deliberativo: Se podría decir que es una evolución de interpretativo, ya que el papel del médico no es sólo la de informar, clarificar valores y aconsejar. El médico también debe señalar al paciente los valores que a su juicio tienen prioridad en el contexto sanitario. El médico no puede imponer su punto de vista pero si debe instar al paciente a la deliberación conjunta de los valores relacionados con la salud. Respetar su decisión.
Es importante destacar los principios de la mediación sanitaria
La mediación debe velar para que se respeten los principios de igualdad, celeridad, voluntariedad, confidencialidad, imparcialidad y probidad.
• El concepto de igualdad se refiere a que el mediador se cerciorará de que los participantes se encuentren en igualdad de condiciones para adoptar acuerdos.
• En el principio de celeridad el mediador debe impulsar el procedimiento de manera que consiga su pronta y debida solución.
• El principio de voluntariedad se refiere a que las partes tienen la libertad de retirarse de la mediación o de llegar a acuerdo en cualquier momento del proceso. En ambos casos se hará constar en un acta que deberá ser firmada por las partes y el mediador.
• El procedimiento es confidencial, ni las partes ni el mediador podrán revelar lo ocurrido en las audiencias.
• El principio de imparcialidad el mediador no toma partido por ninguna de las personas involucradas, su papel será siempre fomentar la comunicación entre las partes y crear un ambiente que favorezca llegar a acuerdos.
• Y por último, el principio de probidad donde el mediador debe tener una conducta intachable con un desempeño honesto y leal.
Con estas premisas el papel del mediador sanitario es el de facilitar a que ambas partes encuentren, por sí mismas, la mejor opción para la resolución del conflicto.
Cuándo acudir a un mediador sanitario
Para acudir a un servicio de mediación sanitaria, debemos en primer lugar conocer los medios de los que dispone nuestra comunidad, los puntos de acceso que nos podremos encontrar tanto a nivel público como privado, serán a través del servicio de atención al ciudadano donde podemos solicitar el servicio de mediación en el centro que exista dicha mediación, también nos encontramos con oficinas de mediación sanitarias, a través de los colegios médicos y en centros sanitarios privados, en las unidades de atención al paciente.
Los problemas de comunicación entre los profesionales y los pacientes provocan una falta de entendimiento entre unos y otros que aboca en conflictos. Estos mal entendidos pueden llevar a errores de diagnóstico, aumento de listas de espera, o reclamaciones. En este punto si existe desacuerdo pasamos directamente a la reclamación judicial, generando tensiones, y un desgaste en nuestras administraciones, innecesario, así como el elevado coste económico. Además, omitimos un paso de comunicación entre la administración y el reclamante en el que se puede intentar una solución, ofreciendo además de comunicación una atención de calidad, calidez y humanizada.
No es posible afrontar adecuadamente la relación con un paciente si el profesional sanitario no intenta abordarla de manera objetiva y crítica. Normalmente los aspectos emocionales de la interacción médico-paciente dificultan la oportuna distancia terapéutica que permite desarrollar dicho rol profesional plenamente. El mero hecho de intentarlo, mejora la sensación problemática que conlleva la relación.
Ventajas de contar con mediación sanitaria
Las ventajas de la mediación sanitaria, son las de resolver situaciones de conflicto en una fase inicial del mismo, interviniendo en el momento en que éste no está instaurado de forma permanente, evitando así mayores consecuencias negativas.
Fundamentalmente las personas tenemos una capacidad natural de resolver problemas, pero en determinadas circunstancias, nos bloqueamos y a través de la mediación puede servir de ayuda para volver a recuperar esta capacidad natural.
Desde el punto de vista de costes, va a evitar el asumir unos costes de asesoría jurídica mucho más elevados o tasas judiciales.
En definitiva, las ventajas, serán menor coste, rapidez en la resolución, confidencialidad de los temas tratados y aumento del grado de satisfacción de las personas afectadas.
Con la especialidad de mediación sanitaria aprenderás sobre la organización del Sistema Nacional de Salud y la normativa correspondiente; conocerás los derechos y deberes tanto de los profesionales sanitarios como de los pacientes; adquirirás las competencias y habilidades sociales de comunicación y gestión de emociones necesarias para el abordaje de las diferentes situaciones presentadas. Inscríbete y especialízate.
