Día Internacional del Abogado

Hoy miércoles 3 de febrero se celebra el «Día Internacional del Abogado» en homenaje a todos los abogados y abogadas por asesorar y defender los derechos e intereses jurídicos ajenos, públicos o privados.

Para hacer cumplir las leyes en esta sociedad es necesario contar con personal cualificado para ello que cuente con los siguientes requisitos:

Conocimientos

Profesionales con conocimiento en el área legislativa (penal, laboral, administrativa…), además de otros generales como cultura, historia, filosofía, literatura, economía y política, entre otros.

Habilidades

¿Qué capacidades debe tener un buen abogado/a? Estos deberían poseer habilidades académicas generales como:

Investigación, análisis crítico, razonamiento, planificación, planteamiento de estrategias, resolución de problemas, adquisición de una postura legal además de capacidad para su comunicación.

Mediación y abogacía

Lo que todos deseamos es una solución a nuestros problemas. Dicha solución implica un análisis del conflicto por parte del abogado que puede llevarle a diferentes alternativas: negociación, arbitraje, conciliación extrajudicial o mediación.

De esta forma la mediación entra a formar parte de la abogacía como una herramienta valiosa y necesaria tanto intrajudicial como extrajudicial.

El objetivo es asesorar a los clientes para que ambas partes logren alcanzar los acuerdos necesarios y resolver el conflicto de forma eficiente, directa y económica.

Para ello se tienen en cuenta diferentes fases:

Antes a la mediación

El papel de la abogacía debe estar enfocado en analizar el conflicto, observar los elementos diferenciadores, valorar el objeto del conflicto, valorar las alternativas, manejar la guía del CGPJ, dar información sobre la mediación, acompañar a los clientes, participar activamente, colaborar con el mediador, diseñar una estrategia y recoger el devengo de los importes.

Durante la mediación

El papel de la abogacía debe ser asistir activamente durante el proceso de mediación y aconsejar al cliente, mantener una flexibilidad durante el proceso y organizar las actuaciones previstas.

Después de la mediación

El papel de la abogacía debe ser dotar de forma jurídica al acuerdo alcanzado, solicitar la homologación judicial del acuerdo, aconsejar al cliente para configurar el acuerdo y realizar el cumplimiento de los acuerdos.

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