El/la mediador/a no se va de vacaciones

Hoy en nuestra entrada de blog nos gustaría hacer una reflexión en voz alta: el/la mediador/a nunca descansa. Y es que ahora que iniciamos unos días de descanso con la familia, de comidas y encuentros con nuestra familia extensa o de encuentro con amigos/as, ¿puede el/la mediador/a desconectar su chip profesional en cada una de las situaciones de tensión o conflicto que se produzca en algunos de los escenarios que hemos mencionado?

Resulta algo complicado que algo así pudiera suceder porque como enseñamos en nuestra escuela, el/la mediador/a se siente mediador/a y como tal, actuará así en cada momento.

Esta entrada de blog es una invitación a todas las personas que se han formado en mediación para que, si se da la ocasión, pongan en marcha todas las herramientas y técnicas que han ido adquiriendo en su formación. Hacerlo desde la evidencia y con la voluntad de conseguir que las partes que protagonicen ese problema puedan sentir que hay un tercero que les está ayudando a dedicar tiempo a su problema, de ver las consecuencias de una decisión mal tomada y de recuperar el control sobre el conflicto que ha surgido.

Sin solución de continuidad la mediación que ha calado en los/as profesionales que se han preparado para ello y deben sentirse cómodos/as ayudando a la gestión de un determinado conflicto que ha surgido en su entorno. Sin embargo, existen límites como el grado de parentesco o las soluciones impuestas.

El/la mediador/a y por ende, la mediación no se van de vacaciones y están en un estado latente bajo la piel de el/la mediador/a deseando salir cuando así sea necesario pero, ¿cuándo descansa el/la mediador/a? Tuve una experiencia en Sudamérica en la que los/as mediadores/as de  conflictos se hacían una “limpia” para poder soltar todas aquellas emociones, historias y sentimientos que sus clientes les habían trasladado; debe ocurrir lo mismo para este verano, los/as mediadores/as profesionales deben obligarse a desconectar y aislarse para cargar pilas para el trabajo que llegará en septiembre.

Os deseo un feliz verano y ánimo con esos conflictos que surgirán a vuestro lado esperando de vuestra amable intervención.

Fórmate con nosotros y pon en marcha lo aprendido en la escuela gracias a másteres como este. ¿A qué estés esperando para formarte en una de las profesiones más demandas en el presente y en el futuro?

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