Hay algunos profesionales que cuando pensamos en la mediación entendemos que existen dos ritmos, el ámbito público y el privado. La administración pública hace los deberes poco a poco a la hora de consolidar la mediación y dar reconocimiento social a este oficio muy necesario en estos tiempos que corren y que va a obligar modernizarse a muchos operadores jurídicos.
Este artículo pretende analizar el segundo ritmo, el del ámbito privado, el que requiere emprendeduría y apostar por una marca blanca como la Mediación para el ejercicio de varias profesiones dedicadas a la gestión de conflictos.
Nuestra metodología en la Mediación
Mi profesión de origen es la de abogado y en el momento que decidimos montar una empresa de Mediación tuvimos que elaborar el pertinente plan de negocio y apostar por una metodología propia que sería el alma y el distintivo de nuestra empresa.
No concebimos la gestión de cualquier conflicto sin tener al lado un equipo interdisciplinar de profesionales. Los que llevamos años en el ejercicio de nuestra profesión de origen en primera línea del conflicto (abogados/as en ejercicio, psicólogos/as, trabajadores/as sociales, arquitectos/as, etc.) sabemos la importancia de un mapeo exacto del conflicto para determinar cómo deberíamos intervenir para armar a las partes para que lo solucionen. Ese mapeo se trata de un análisis pormenorizado de lo jurídico y lo metajurídico. Eso en los grandes conflictos es una labor ardua que va a tener de ir acompañada de determinar exactamente qué metaprogramas están utilizando las partes para escoger el mediador/a o pareja de mediadores más idóneos para un conflicto determinado.
Entendemos la utilización de la Mediación partiendo de la más estricta profesionalización y considerando que para que sea efectiva hay un trabajo inmenso antes de que un conjunto de personas se siente a mediar.
Partimos de la base de que «el ser humano es un ser social e interdependiente», por lo tanto, somos gregarios, y particularmente, en nuestra actividad profesional.
Trabajo interdisciplinario
La Mediación es una práctica compleja, donde confluyen especialmente aspectos jurídicos y relacionales. En la Mediación toda disciplina está vinculada con otra disciplina, lo que lleva a intercambiar pautas para tratar determinadas situaciones. Por lo tanto, requiere del apoyo de diferentes áreas del conocimiento, otras metodologías y prácticas, requiriendo la presencia de disciplinas diferentes. Esta necesidad de encuentro de diferentes conocimientos, metodologías y prácticas, lleva a crear equipos de trabajo interdisciplinarios.
El trabajo interdisciplinario se lleva a cabo a partir del trabajo en equipo reflexivo. Es una forma de co-construir el proceso de mediación, una forma de acompañar a los mediados a encontrar las soluciones a su conflicto de una forma más sistémica y con más creatividad.
Condiciones necesarias para darse un trabajo interdisciplinario:
Las condiciones que pensamos son necesarias para poder trabajar en equipo interdisciplinario y que su trabajo tenga un sentido en los procesos de mediación implica tener presentes los siguientes puntos:
- Convicción en la importancia de este tipo de trabajo colaborativo.
- Hay que tener información de los conocimientos y prácticas de las otras disciplinas con las que se trabajará.
- Para afrontar determinadas situaciones problemáticas es útil disponer de elementos de comparación entre una disciplina con otra.
- Humildad y respeto científico. Todas las disciplinas tienen cimentación y fundamentos en la incidencia del conflicto.
- Estar dispuesto a la discusión y aprender de los demás.
- Flexibilidad para aceptar otras miradas del conflicto
El historiador liberal francés, François Furet decía:
» No es suficiente hablar para ser escuchado
No es suficiente escuchar para ser entendido
No es suficiente entender por aprender «.
¿Cuáles son los principales objetivos de un Mediador/a?
El reto del Mediador es construir los conocimientos de base para entender a través de las preguntas donde existe el conflicto. El eje fundamental es el enriquecimiento de diversas disciplinas que funcionen de forma sincronizada para lograr los objetivos propuestos y sirvan para catalizar en la prevención y la administración de conflictos. La versatilidad amplía las posibilidades de éxito.
Por lo tanto, hay que fortalecer la red profesional. Si los mediadores nos limitamos al entrenamiento en la profesión de origen, se irá hacia una teoría de la Mediación favorable al Statu Quo y no a un enfoque holístico que apueste por la transformación y el cambio. El cambio pasa por la actividad interdisciplinaria, ya que esta es flexible, y este rasgo es una de las cualidades indispensables del rol del mediador/a.
En palabras del escritor y psicoterapeuta argentino René Trossero, en su poesía remansos:
«Despídete, deja correr el río de la vida
llevándose las aguas que estás viendo
para que tenga lugar ante tus ojos
las aguas que no viste todavía
y ya están viniendo … »
Ventajas del trabajo con equipo reflexivo
Esta metodología de trabajo presenta ciertas ventajas, destacan los siguientes:
- El equipo reflexivo (ER) acompaña al Mediador en la toma de decisiones,.
- El ER actúa de supervisión en la mediación. El ER complementa la mirada o la interpretación del mediador
- El ER potencia el intercambio de significados a partir de las diferentes miradas.
- El ER potencia el intercambio de los diferentes conocimientos disciplinares.
- El ER ayuda en la reformulación de narrativas
- El ER ayuda en la gestión emocional, tanto de los mediadores, como los mediados.
El ER, en definitiva, es una herramienta de apoyo a los mediadores, pero son estos, que en última instancia toman las decisiones del proceso de mediación.
Esta metodología precisa de un trabajo colaborativo que se puede dar de forma presencial en el proceso de mediación o bien en reuniones de supervisión.
En los casos complejos decidimos hacer una mediación con equipo reflexivo presencial. Esta metodología precisa de un setting que incorpore dos salas como mínimo separadas por un espejo reflectante. La disposición del espacio que nosotros utilizamos es el siguiente:
El espacio de mediación cuenta con tres salas diferenciadas. Una sala, en la altiplanicie con la polivalente, donde se ubica el equipo reflexivo, en el plano con la letra B. Es una sala que permite hacer formaciones teóricas y prácticas con seguimiento de procesos de mediación. Y un despacho, sala C, que sirve de soporte y que permite tener un espacio diferente para reuniones puntuales o bien si se decide en un momento dado hacer una intervención por separado de las partes.
Conclusiones finales
Nuestra experiencia en los diferentes casos que hemos podido llevar en mediación en los que hemos podido trabajar en equipo de reflexión han sido claramente satisfactorios, especialmente por los propios miembros del equipo, ya que aporta una seguridad y calidad en su trabajo, a más de un aprendizaje mutuo que es muy enriquecedor.
Desafortunadamente, no siempre es viable, y la soledad del mediador impone. Pienso que es necesario que la mediación esté configurada por equipos interdisciplinarios, que, aunque no trabajen en los casos directamente, sí que realicen reuniones de supervisión mutua. Y si esto no es posible que el mediador se incorpore en algún grupo de supervisión externa. De hecho, mi equipo supervisa a otros/as Mediadores/as.
Este artículo ha sido elaborado por Jordi Casajoana, mediador, abogado y Coordinador de Parentalidad.