Permitirme la siguiente reflexión.
Un 53% de la población ha recibido alguna que otra atención psicológica. El desconfinamiento y control de la epidemia tendrá que afrontar nuevos retos, entre ellos las consecuencias psicológicas en la población derivados de semanas de reclusión y situaciones extremas.
Afrontar la avalancha de Mediaciones que está propiciando este nuevo paradigma implica una reflexión profunda por parte de los propios profesionales de la gestión de conflictos.
Los profesionales que debemos acompañar a los mediados/as debemos tener en cuenta dos aspectos muy importantes:
- La intensidad emocional del conflicto es mucho mayor que en tiempos anteriores al confinamiento.
- Nosotros/as los/as profesionales también podemos formar parte de ese 53% durante post confinamiento.
Los pilares de la mediación
Mi reflexión obedece a lo que tanto he insistido en debates, conferencias, clases universitarias o de Colegios Profesionales. Nuestro trabajo como expertos sobre todo en Mediación es un trabajo de equipo y se requiere infraestructura humana multidisciplinar.
No puedo concebir en este nuevo paradigma afrontar una mediación si previamente no has sido chequeado por compañeros/as.
Desde nuestro equipo de profesionales no hay ningún mediador/a que salte al ruedo del conflicto si previamente no ha existido una valoración profesional colectiva.
Nos jugamos mucho en un momento donde la Mediación y los ADR (ODR) van a marcar una nueva era en la forma de trabajar el conflicto. El ciudadano más que nunca nos necesita y va a saber apreciar nuestra manera de hacer porque va acorde con esta nueva era.
La mediación no empieza en una silla con los mediados, empieza mucho antes y sobre todo empieza con uno mismo/a.