El papel de los/as mediadores en la intervención con menores

Qué habilidades y conocimientos debe tener un/a mediador/a que trabaja con menores, y cómo puede adaptar su enfoque para satisfacer las necesidades de los/as niños/as y jóvenes.

Existen diferentes ámbitos donde la mediación con menores resulta especialmente de interés sobre todo cuando nos referimos a ámbitos como el escolar, el familiar o cuando el menor comete infracciones que pueden ser objeto de delito y, con ello, que se le imponga una medida recogida en la Ley 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores.

Mediación con menores infractores

La Ley 5/2000, de 12 de enero, De Responsabilidad  Penal  de  los  Menores,  ya  que  marca  las  directrices  a  seguir  en  los procesos de mediación llevados a cabo en el derecho penal de menores. Su art.5 regula el modo de llevar a cabo las soluciones extrajudiciales, estableciendo dos vías de los casos a los programas de mediación.

Podemos hacer hincapié en que la función reformadora y las medidas por las que se implementa, cumplen, a su vez, una función protectora, en tanto en cuanto la filosofía de su diseño intenta disipar las conductas disruptivas que un menor ejecuta y que de alguna manera están “entorpeciendo” una vida “sana y normalizada” del mismo. Como así se contempla en la Ley 8/2021 de protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia. Es por ello por lo que, a lo largo de los últimos años, algunos jueces han impuesto medidas “ejemplificadoras” que apuestan por la reinserción del menor en riesgo.

Como ya sabemos, la mediación hace hincapié en ayudar a aquellas personas que, por múltiples razones, viven una situación conflictiva, para que puedan buscar nuevas formas de solución de las problemáticas de manera constructiva. Todo ello, al amparo de un ambiente que les resulte seguro, lo que se propicia a través de la mediación y de las técnicas y destrezas del mediador.

Conforme a lo indicado, la mediación penal con menores infractores se convierte en la alternativa extrajudicial propicia en el que el menor y la víctima pueden elegir solucionar sus problemas sin que un juez imponga una medida judicial ante el hecho delictivo. Siendo las partes implicadas (menor infractor-víctima del delito) quienes intentarán dialogar y buscar por sí mismas, con la ayuda del mediador, la mejor solución posible a la situación que les enfrenta. Estarán participando en un proceso de mediación penal, en el ámbito de menores. La actual Ley Orgánica 5/2000, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores (LORRPM), en su artículo 19, autoriza esta posibilidad de llevar a cabo este tipo de intervención extrajudicial. Tras la apertura del expediente en la Fiscalía de Menores, será el quien decida qué expedientes se pueden tramitar y resolver por la vía extrajudicial.

Funciones y habilidades del mediador que trabaja con menores

Como en cualquier otro ámbito el mediador deberá tener una serie de habilidades que emanan de sus funciones:

FUNCIONESHABILIDADES
        Ayudar a que las partes cuentenGenerar confianza Escucha activa Parafraseo Neutralidad Aparcar ideas personales, creencias y/o prejuicios Empatía Legitimar a las personas y su percepción de la situación.
    Romper la “narrativa ofi cial del conflicto”Parafraseo Preguntas circulares Ampliación del foco del conflicto Fomentar el reconocimiento y la revalorización de la otra persona. Legitimación de todas las partes implicadas.
      Facilitar la comunicación entre las partes.Atención al lenguaje no verbal Realizar preguntas circulares Desbloquear conceptos de culpa y fomentar los de responsabilidad Apoyar el reconocimiento de las otras personas Apoyar y potenciar los gestos de proceso
    Reformular positivamenteCuestionar la puntuación de la secuencia de los hechos 5 de las partes Parafrasear Capacidad de síntesis Capacidad de análisis
    Alentar y desarrollarDevolver a las partes la conciencia del propio poder de decisión Devolver la conciencia de los propios recursos y/o límites.
    Fomentar la creatividadCreando espacios libres de juicios Potenciando la libre expresión Sentido del humor “Optimismo realista”
  Firmeza en el procesoAsertividad
  Derivar cuando la función mediadora no sea la vía más adecuadaConocer bien el proceso de mediación y sus límites Conocer los límites de su figura y los suyos personales. Ética.
Fuente: Muñoz y Ramos (2010)

La mediación con menores posee la característica de que de una u otra forma habrá que contar con los tutores para que el proceso sea un proceso de aprendizaje que les pueda servir de cara a otras problemáticas más o menos comunes. Debe dar respuesta sobre todo a aquellos jóvenes “olvidados” por las administraciones y la propia comunidad, que han sido socializados en contextos desfavorecidos donde la pobreza, la falta de recursos, la drogadicción o el abandono, han sido una constante o son consecuencia de situaciones vividas en el contexto sociofamiliar, sin que necesariamente, en otros casos, provengan de familias vulnerables a nivel socioeconómico. Se abre ante el menor un entorno en el que aproximarse y resocializarse, en el que se trabaje la conducta problema dentro de un espectro mucho más amplio. La mediación penal de menores se entiende, por tanto, en nuestro ordenamiento jurídico como un mecanismo extrajudicial de resolución de conflictos, integrado en el procedimiento judicial, regulado a través de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores (en adelante LORRPM). Que se puede llevar a cabo con carácter previo a la sentencia o bien tras la misma.

El perfil de un mediador que trabaja con menores requiere actitudes y habilidades relacionadas con el autocontrol emocional, el equilibrio entre empatía y distancia, la flexibilidad, la creatividad y el uso del diálogo sereno y respetuoso, el manejo de los momentos de horizontalidad y saber lidiar con los momentos de poca tolerancia a la frustración que previsiblemente mostrarán los menores en diferentes momentos. Igualmente, el mediador deberá lograr la autoridad moral legitimando a las partes y sus historias, mostrándose como un referente para los mismos sobre todo en los casos donde los menores no tengan figuras de autoridad reconocidas o que no suponen un referente para ellos, mostrando imparcialidad, rigurosidad, prudencia, paciencia, confianza y asertividad. En dicho proceso, el mediador y las partes obtendrán aprendizajes que les guíen, cada uno desde su posición, a sobrellevar futuras situaciones a las que se enfrenten tanto en la faceta personal como en la profesional.

menores mediacion

¿Qué propicia la mediación con menores infractores?Rocas, Oceano, Calma, Zen, Meditación

La mediación penal con menores infractores tiene beneficios tanto para el menor que ha cometido un delito, como para la víctima que lo ha padecido. Entre ellos mencionar las siguientes:

– Solventar conflictos sin tener que participar en un proceso judicial (ahorrando tiempo, ya que el proceso es más corto e inmediato que la vía judicial).

– Respecto a la víctima del delito, le ofrece la oportunidad de ser escuchada, revalorizada, tenida en cuenta, y, lo que es más importante, reparada. El proceso de mediación es el contexto perfecto para manejar los sentimientos asociados a un proceso de victimización.

– Que el menor repare el daño causado a través de las consecuencias de sus acciones. Por otro lado, se le da la oportunidad de practicar otras formas de interaccionar con su entorno.

– Conlleva un menor coste emocional para ambas partes al ser un proceso extrajudicial.

– Evita que el conflicto perdure en el tiempo, vuelva a repetirse o incluso se agrave.

– Propone un espacio de encuentro continuo de: escucha, reflexión, información, contención, reparación… entre menor “ejecutor” y la parte víctima de la infracción que ha causado una determinada problemática.

Devolver a las partes el protagonismo en la resolución pacífica de sus problemas es uno de los cometidos de todo proceso de mediación. Siendo los menores quienes deben analizar sus intereses y necesidades, reflexionando sobre cuál es el mejor acuerdo que les permite alcanzarlos.

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