El ciberacoso a menores ha aumentado de forma exponencial en los últimos años, agravándose aún más durante el confinamiento por la COVID-19, por tratarse de un periodo en el que los menores han recurrido mucho más a internet como contacto con el exterior y vía de socialización.
Ante esta situación tan preocupante nace Stoponsexgroom, un proyecto coordinado por la Universidad de Valencia en el que lingüistas, psicólogos, criminólogos, juristas e ingenieros informáticos especialistas en inteligencia artificial de universidades de tres países, además de policías y guardias civiles, trabajan en la obtención de un modelo analítico sobre la conducta verbal de los acosadores y de los menores.
¿Qué se entiende exactamente por ciberacoso a menores?
Se entiende como ciberacoso sexual a menores como un proceso comunicativo de engaño a través de Internet en el que un adulto utiliza el lenguaje (palabras, imágenes, llamadas de voz, videollamadas) para convencer a un/a menor a participar en actividades sexuales en línea y, a veces, a mantener un contacto físico con intención sexual.
¿Cuál es el fin del proyecto Stoponsexgroom?
En primera instancia el proyecto trata de analizar de forma detallada y rigurosa las estrategias de comunicación que utilizan los acosadores para engañar a los/las menores. El fin es desarrollar una herramienta de detección/prevención ciberacoso. Esta herramienta consiste en la creación de un algoritmo de análisis de textos utilizando técnicas de procesamiento del lenguaje natural y deep learning, con el fin de detectar conductas de acoso a menores en conversaciones a través de internet.
¿Qué conclusiones han extraído hasta el momento acerca del lenguaje empleado por los acosadores?
La hipótesis de partida en el proyecto Stoponsexgroom era que los acosadores iban a utilizar emoticonos que hicieran alusión implícita al sexo, como berenjenas, cerezas y melocotones. No obstante, se observa una gran presencia de emojis de corazones y besos, quizás con la intención de los acosadores de atrapar a los/las menores como si se tratara de una relación convencional.
Según los investigadores el proceso suele ser el siguiente: trabajar primero la confianza del menor, intercambiando información personal y cumplidos. Posteriormente, el acosador utilizará el lenguaje sexual, de forma explícita o implícita para trivializar las conductas sexuales, para ir buscando el aislamiento de la víctima de su entorno afectivo-social para, finalmente, conseguir el contacto físico fuera de la red.
Conoce todos los detalles sobre Stoponsexgroom y forma parte del mundo de la intervención con menores en nuestro Posgrado en Intervención con Menores