La adolescencia es un periodo de desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad.
Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es el período comprendido entre los 10 a 19 años y se encuentra dentro de un periodo más amplio, la juventud, que se extiende entre los 10 y 24 años. Se distinguen tres etapas dentro de este periodo: la pubertad, preadolescencia o adolescencia inicial que es la primera fase es desde los 10 años hasta los 13 años, la segunda fase es desde los 14 años hasta los 16 años y la adolescencia tardía tiene lugar entre los 17 y 19 años.
¿Qué caracteriza esta etapa?
La adolescencia es principalmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene características peculiares. Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad (identidad psicológica, identidad sexual…) así como la de autonomía individual.
En el aspecto emocional, la llegada de la adolescencia significa la eclosión de la capacidad afectiva para sentir y desarrollar emociones que se identifican o tiene relación con el amor. El adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y a las personas que va a querer.
Los cambios psicológicos durante la adolescencia forman parte del desarrollo de todas las personas. Son inevitables y no tienen un único patrón, aún cuando podemos identificar algunos rasgos comunes. Por lo tanto, no ocurren exactamente igual en todos los individuos.
Cambios en la forma de pensar del adolescentes
Es una etapa en la que el pensamiento evoluciona pasando de la lógica que se aplica en la niñez al pensamiento abstracto que caracteriza a los adultos.
Comienzan las suposiciones, los razonamientos basados en hipótesis y obtienen sus propias conclusiones. Desde esta nueva manera de pensar, ponen en duda todo lo que les presenta el mundo; hasta lo que era indudable ahora ya lo es.
El adolescente empieza a pensar en su futuro. Como tiene sus propios pensamientos, enfoca sus sentimientos hacia ciertos valores o ideas, pero como todavía depende de otros, se les dificulta la toma de decisiones. En ocasiones, no miden las consecuencias de sus acciones, producto de su búsqueda de satisfacción inmediata.
¿Cuáles son los principales cambios psicológicos que se producen en los adolescentes y cómo se manifiestan en sus comportamientos?
Existen muchas diferencias individuales entre las personas que se encuentran en esta etapa, no obstante, hay una serie de rasgos que se presentan con frecuencia en la adolescencias y que se describen a continuación:
Preocupación del pensamiento de los demás. A pesar de que esta etapa se caracteriza por el egocentrismo, al adolescentes comienza a preocuparles la opinión que puedan tener otros. En especial, la opinión de sus amistades influye mucho en ellos. La confianza que hasta ahora había depositado en sus padres ahora la transfiere a sus amigos.
Necesidad de privacidad. El joven empieza a necesitar su propio espacio, es por eso que se encierra en su habitación, y les molesta cuando algún miembro de la familia trata de invadir ese espacio. Empieza a mostrarse más reservado, a no querer contar cosas de su vida a sus padres.
Exploración de su sexualidad. Comienza la curiosidad hacia las relaciones sentimentales y el sexuales. Es una etapa de descubrimientos y exploración en este sentido
Independencia personal. El adolescente empieza a tomar sus propias decisiones y reforzar la confianza en sí mismo.
Cambios de humor. Los cambios de estado de ánimo se relacionan con los cambios hormonales que se tienen en este periodo de la vida. El joven se siente en una especie de montaña rusa emocional. Esto hace que se irriten con facilidad y sus emociones siempre están a flor de piel y pueden reaccionar de forma desproporcionada ante el mínimo comentario.
Sentimientos de soledad. Tienden a sentirse solos e incomprendidos por los adultos. En ocasiones, manifiestan preocupación por los rápidos cambios, tanto físicos como psicológicos que están viviendo.
¿Cómo podemos acompañar los profesionales a los menores en esta etapa?
Uno de los cambios principales que deben producirse en esta etapa es el modo de comunicación. La comunicación debe dejar de ser complementaria para pasar a ser concordante, el adulto debe dialogar con el adolescente como un igual, capaz de entender razones y asumir responsabilidades.
Los adultos durante la adolescencia debe contener, poner límites y enseñar. Contener significa acompañar sin ahogar, ayudar a pensar, a analizar los acontecimientos sin imponer o desvalorizar, aceptar su crecimiento, ayudándolo a tomar sus propias decisiones.
Ponerle límites le hace bien al adolescente, a ninguno de ellos les gustan los límites, pero más los dañan su ausencia. El adulto debe ser para el adolescente un faro que le sirva de guía en los momentos de oscuridad y tormenta.
No podemos olvidar, que aunque en esta etapa, no se muestren especialmente abiertos a recibir consejos y opiniones de los adultos, no dejamos de ser el modelo en el que se fijan y a través del cual aprenden valores como el esfuerzo, la convivencia y la empatía, Debemos ser ejemplificantes en las conductas y actitudes cotidianas.
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