Tal y como presenta el Europa Press, la asociación Érguete ha alertado del incremento de adicciones a las tecnologías a raíz de la pandemia del covid-19 y es que consideran que ya es casi imposible considerar la vida alejada de las pantallas una opción.
Según el informe realizado por los mismos, los menores de entre seis y trece años, pasan casi cinco horas diarias frente a alguna pantalla.
La coordinadora del programa, Laura Durán, cuenta que, mediante su programa, pretenden centrarse en unas adicciones que pasan desapercibidas porque están normalizadas pero que cada vez más están presentes en la sociedad.
Con ese programa, el objetivo principal reside en darle herramientas a la comunidad educativa para aprender a gestionar el tiempo que se dedica a las nuevas tecnologías y sobre todo el tipo de contenido que se consume a través de ellas.
Aunque pueda parecer una exageración, las adicciones a las pantallas, provocan los mismos síntomas que cualquier otra adicción (entre las que se encuentra la ansiedad, irritabilidad o malestar)
A esto se le suma, la facilidad con la que se puede acceder a contenido inapropiado como pueden ser las drogas, el sexo o los juegos de azar y que, maquillados -o no- en videojuegos, videos de entretenimiento, etc pasan desapercibidos para padres y madres.
El punto clave al que se llega con todo esto, es que es indispensable que los padres acompañen al menor en este proceso y que mediante el ejemplo, se les eduque en la “adicción”. Al final es una realidad que las pantallas son más importantes que nunca en todos los ámbitos, por lo que la solución no reside en la prohibición, sino que reside en el acompañamiento.