Los conflictos de intereses son susceptibles de ocurrir en cualquier tipo de relación, ya sea entre distintas personas o entre empresas. La opción tradicional y más común por la que se solucionan las disputas es mediante los tribunales, cuyos jueces dictan resoluciones en base a la ley que las partes afectadas deben aceptar.
Sin embargo, existen otras alternativas intermedias como el arbitraje y la mediación, en las que las partes acuden a un tercero imparcial que facilitará el consenso y el acuerdo entre ellas.
En el siguiente contenido te comentamos la diferencias y ventajas que existen entre estas dos alternativas.
Diferencias entre arbitraje y mediación
A priori pueden parecer lo mismo, pero no lo son. En ambos procedimientos, es una tercera persona independiente quien dirige el proceso, pero se pueden encontrar las siguientes diferencias:
- Designación del tercero: en el arbitraje, la figura que realiza las funciones es el árbitro, escogido por las partes. Por otro lado, en la mediación es un profesional independiente (el mediador) quien hace las fuciones, y no es elegido por ninguna de las partes o empresas confrontadas.
- Resolución de la disputa: el árbitro propone resoluciones, que deben ser aceptadas por las partes, con independencia de si están de acuerdo o no. En cambio, el mediador, tras realizar una escucha activa de las argumentaciones de las partes, puede plantear ciertas soluciones posibles en casos determinados, pero nunca serán vinculantes y el acuerdo solo se podrá firmar si ambas partes están de acuerdo.
- Desarrollo del proceso: puesto que el árbitro es quien tomará finalmente la decisión sobre la resolución del conflicto, las partes tienden a centrarse más en convencer al árbitro de sus propuestas. Sin embargo, debido a que el mediador solo propicia la comunicación (e incluso si propone opciones, no son de obligada aceptación), las partes se centran en dialogar e intercambiar sus intereses propios para intentar llegar a algún punto en común.
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Ventajas del arbitraje y la mediación
Se pueden destacar varios puntos:
- Los procesos judiciales ordinarios tienen una mayor duración en el tiempo y son más costosos económicamente, al contrario que la mediación y el arbitraje, que se caracterizan por presentar tiempos de ejecución más cortos y por ser más económicos (y cuyos acuerdos poseen la misma validez jurídica que la sentencia de un juez).
- Todo lo que se habla y ocurre durante todo el proceso del arbitraje o mediación, desde la primera sesión informativa hasta la última sesión donde se firme el acuerdo, es absolutamente confidencial.
- Flexibilidad. Las resoluciones judiciales dictadas por un juez son de carácter inamovible. Sin embargo, en la mediación o el arbitraje, las propuestas para solucionar un determinado conflicto pueden ser debatidas desde la voluntad por llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes en la medida de lo posible.
- Ambos procedimientos evitan la ruptura total de las relaciones. Al contrario de lo que sudece en los litigios que pasan por los juzgados, que suelen deteriorar y mermar las relaciones, a través de la mediación y el arbitraje las partes tienen la oportunidad de dialogar, manifestarse y ser escuchadas, por lo que las relaciones se dañan menos e incluso pueden mantenerse de cara al futuro.
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