No basta con pensar que los conflictos siempre han existido y esperar que el tiempo cambie… Es hora de actuar y crear desde nuestra profesión y su ejercicio práctico, una “cultura del acuerdo” e incluir en los procesos de mediación a los adolescentes en conflicto.
Si quieres formarte como Mediador/a, el Máster en Mediación y Gestión de Conflictos Disciplinares te capacitará para ejercer como mediador/a con las competencias generales, transversales y específicas que debe de tener todo/a mediador/a.
Película relacionada con mediación
¿Recuerdan ustedes la película Peter Pan?; creo que nunca una película infantil ha tenido mas relación con el papel de la mediación con menores o adolescentes que la mencionada película.
¿Recuerdan como de forma imaginaria unos hermanos viajaban al país de nunca jamás? Tras irse a dormir, tres hermanos de una misma familia sueñan cómo, por la ventana de su dormitorio, pueden volar, atraídos por el malvado Capitán Hook. En su imaginación, desean huir de su casa, su familia, sus padres, en plena Guerra Mundial, en la batalla, en el conflicto, en el que se ven afectados unos niños, la única forma de huir de ello es mediante la imaginación.
¿Recuerdan como sentían la atracción de lo prohibido? De los piratas… su referente era Garfio. Los menores y sobre todo los adolescentes que se revelan ante cualquier situación, desean enfrentarse a aquello que no pueden alcanzar y la mejor forma de hacerlo es mediante todo aquello que para los adultos no está permitido.
¿Recuerdan ustedes quienes se encontraban allí en comunidad? Los niños y las niñas perdidos. Cuántos de estos “niños perdidos” se encuentran a nuestro alrededor. Cuántos son objetos de abusos, de utilización como “armas” arrojadizas en supuestos de crisis matrimonial en nuestros días; o peor, si conocemos las cifras estadísticas que nos hablan de abandono, acogimientos temporales o retiradas de la patria potestad por no procurarles la formación integral necesaria.
¿Recuerdan como recuperaba Peter Pan a sus “hijos”? Pensando cómo ellos, viviendo cómo ellos, sintiendo cómo ellos, cómo Wendy. Solo es posible entrar en su mundo si cerramos los ojos e imaginamos como ellos. Pues eso supone la mediación familiar con menores o adolescentes.
Hay que pensar que el adolescente está construyendo su identidad y por tanto solo con el reconocimiento de su derecho a ser escuchados podemos trabajar. Los abogados/as no estamos acostumbrados a trabajar con adolescentes. No les hacemos partícipe, por ejemplo, del proceso de divorcio de sus padres, de explicarles que ellos tienen que cumplir su parte de compromiso para que el mal llamado régimen de visitas se cumpla cuando vayan cumpliendo años
Es indispensable y urgente generar acciones conducentes a que la violencia deje de ser una forma válida para resolver diferencias, de allí la preocupación por buscar formas de neutralizarla y transformarla por medio de diálogo, cuando hablamos de procesos de familia, donde las relaciones en el tiempo “continuarán”.
¿Por qué Mediación?
“La mediación es un acuerdo de futuro. El pasado no se puede cambiar, pero sí podemos ver cómo vamos a plantear el futuro”
Los mediadores hemos aprendido a preguntar ¿qué vamos a hacer? Y no ¿qué ha pasado?
Los mediadores hemos aprendido a trabajar sobre lo que es “justo”, no tanto sobre lo que sea “legal”
Hay que tener en cuenta que la mediación da toda la responsabilidad a las partes en el conflicto e intenta, por medio del proceso de trabajo propio, que dichas partes se responsabilicen de lo suyo; son ellos mismos los protagonistas de sus propios acuerdos. En el caso de adolescentes, dar una cota de poder, de responsabilidad y de confianza en ellos, hace que se equilibren las partes, pero existe un fundado temor por parte de padres/madres y familiares fundamentalmente a la pérdida de poder.
Los objetivos que debemos perseguir con el trabajo de la mediación con adolescentes en conflicto, se basa fundamentalmente en reflexionar y elaborar estrategias para trabajar desde los principios básicos de la mediación en contextos desfavorables dado sobre todo el desequilibrio de poder al tratarse de un menor; desarrollar habilidades para introducir a las partes en el proceso de mediación sin que ello suponga que el adulto tenga que renunciar a sus principios y valores.
Para ello es muy necesario dotar a los mediadores de habilidades y recursos específicos para trabajar la mediación con adolescentes, analizar la aplicación de técnicas de mediación y negociación en procesos de familia y sobre todo, con aquellos con conductas difíciles.
Supuestos de mediación y negociación
Se tratan de supuestos de mediación y negociación en situaciones de fuerza no equilibrada, que nos permita responder a la pregunta de ¿cómo mediar en este tipo de procesos? La respuesta la daríamos con estas pautas:
- Promover la gestión positiva de los conflictos y que cada parte sepa sus situaciones según la edad, para unos superadas, para otros en plena efervescencia.
- Abordar el aspecto negativo y destructivo del conflicto y transformarlo, eliminando la violencia y destructividad que frecuentemente genera cuando de menores se trata.
- Convertir las situaciones conflictivas que se viven diariamente en oportunidades de aprendizaje, crecimiento y desarrollo personal. Mediar es educar y por tanto no se debe perder la oportunidad de que conozcan y hagan suyos los métodos utilizados en la mediación.
- Facilitar acuerdos constructivos y duraderos.
- Reducir las tensiones y evitar la violencia que pudiera surgir por la incomprensión del conflicto por parte del adolescente
- Crear un clima pacífico y constructivo donde se pueda desarrollar: la afirmación y la autoestima, la confianza mutua, las capacidades de compartir sentimientos, información y experiencias.
Nos atreveríamos a dar unas instrucciones como si de un “juguete” para los niños fuera, para que comprendan lo que es la mediación y así determinar su valor educativo e instructivo ¿Cómo sería el folleto explicativo?:
Instrucciones para un buen uso de la mediación con menores
- Han de cumplir obligatoriamente con los requisitos mínimos de seguridad que la normativa establece como si del “interés superior del menor se tratara”
- Advertencias e indicaciones preventivas: Los juguetes/La Mediación no pueden implicar riesgos, así deberán ir acompañados de aquellas advertencias e indicaciones de las precauciones que sean adecuadas para reducir los riesgos que entrañe su uso.
Criterios de Fiabilidad del Juguete:
- Criterios de fiabilidad del juguete o la mediación: Actualmente podemos encontrar en el mercado cientos de productos dirigidos a enriquecer el juego de los niños. Algunos de estos productos constituyen excelentes propuestas, pero otros no son tan buenas ideas. No siempre es ideal el uso de la mediación.
- Ante la avalancha de ofertas es preciso establecer unos criterios que nos orienten y nos ayuden a determinar cuáles son los que ofrecen mejores posibilidades de juego/de protección ante situaciones de crisis interesante para nuestros niños.
- Para una mediación segura, los criterios materiales nos permiten valorar la calidad del juguete/ de la MEDIACIÓN en función de su composición y de la adecuación de su diseño respecto al tipo de juego/de crisis que propone y la edad del niño y la niña a quien se dirige.
Con estas instrucciones podemos también manifestar algunos aspectos fundamentales que debemos valorar en un juego o juguete/la mediación como son los siguientes:
- La solidez y durabilidad del producto es un aspecto a tener en cuenta. Los niños sufren cuando se les rompen los juguetes, ya que depositan en ellos mucho afecto. Por este motivo, debemos evitar aquéllos que puedan romperse fácilmente en sus manos al no estar bien construidos o necesitar un cuidado extremo en su uso. Se trata de buscar acuerdos equitativos, justos, estables y duraderos.
- La belleza y estética es un importante elemento a considerar. Los juguetes son objetos muy cercanos a nuestros niños, por lo que deben responder a sus gustos y a un adecuado concepto de belleza. Los niños merecen tener en sus manos objetos bonitos, bien acabados, que despierten en ellos interés por las cosas bien hechas, agradables y delicadas. Hay que ser un buen/a traductor/a de mensajes cuando hay conflictos.
- -La adecuación a la edad del niño: es uno de los criterios más importantes; la forma y ergonomía del juego debe responder a la capacidad de manipulación del niño o la niña a quien se lo ofrecemos, debe adaptarse al tamaño de su mano (un encajable con piezas gigantes que no pueda coger con las manos no podrá cumplir su función), debe tener unas dimensiones que se ajusten a su altura (una cocinita a cuyos estantes más altos no se llega reduce sus posibilidades de juego) y, si así lo requiere el uso del juguete, un peso que sea soportable por el niño (un correpasillos tan pesado que necesite a un adulto que lo empuje no cumplirá su función en las manos del niño que lo deba arrastrar) / en la mediación son muchas la cuestiones a resolver que les afecta a ellos: ¿Se lo decimos o no? ¿cuándo? ¿qué es mejor? .
- La adecuación al tipo de juego que propone: tanto el diseño como el material empleado para la fabricación del juguete deben favorecer el desarrollo del juego para el que ha sido concebido. Así, debemos exigir que un juego para jugar en la bañera esté construido con materiales que puedan mojarse; si está pensado para encajar, debe tener un diseño y un tipo de material que facilite el encaje, además de una precisión en el corte que permita armar una construcción estable y consistente; si el juguete está diseñado para ser manipulado por un bebé, debe tener en cuenta la necesidad de ser lavable, etc. El material y el diseño de los juguetes deben estar en función del juego que proponen y adecuarse al uso que les dará durante el juego el niño al que se dirigen. Se trata en la mediación de hacer un traje a medida, con los materiales ideales a cada familia y por ello un modelo de trabajo que integre los intereses de los menores y sus necesidades.
Como conclusión el juguete/la mediación deben:
- Tener un importante valor Psicopedagógico .
- Los criterios psicopedagógicos son aquéllos que nos permiten valorar la calidad del juguete/ DE LA MEDIACIÓN según su valor educativo.
- El juguete/la mediación EDUCA, estimula el desarrollo del niño y la niña.
- El juguete/la mediación TRANSMITE VALORES, Los juguetes son representaciones en miniatura del mundo que nos rodea, que brindan al niño la posibilidad de imitar, reproducir y representar las actividades que desarrollan los adultos que están a su lado.
Quisiéramos terminar realizando una importante llamada al lector que se dedique a la mediación; el menor, el adolescente, tiene su cuota de participación en todas aquellas soluciones que les afecte y por tanto siempre debemos tener una base específica para incorporar a la circularidad del trabajo en mediación su voluntad y su interés.