«La Justicia Restaurativa es una justicia más humana, que tiene en cuenta a las personas y no solo números de expediente».
Virginia Domingo es experta en justicia restaurativa y mediación penal, además de miembro de GEMME, coordinadora del servicio de mediación penal de Castilla y León y también presidenta del Instituto de Justicia Restaurativa-AMEPAX. Presidenta de la primera entidad creada en España destinada al estudio, investigación y asesoramiento en justicia restaurativa, Sociedad Científica de Justicia Restaurativa. Su último libro publicado se titula «Justicia Restaurativa, mucho más que mediación», con prólogo de Howard Zehr.
¿A qué tipo de conflictos se aplica la mediación penal?
R: La mediación penal, en principio, se puede aplicar a cualquier delito con independencia de su gravedad. Debe ser un derecho universal para cualquier víctima con independencia del delito sufrido. Es cierto que para empezar es conveniente hacerlo con delitos más leves porque la experiencia en mediación penal es muy importante, quizá más que en otra clase de mediación. Más que la clase de delito y su gravedad, debería examinarse cada caso concreto para valorar según sus circunstancias, y las de la víctima y el infractor, si es viable o no la mediación penal. En delitos leves la mediación penal sería una alternativa, en delitos graves sería un complemento para la justicia penal tradicional.