En muchas ocasiones y diversos foros surge la duda de cuál es la tarea del mediador/a, ¿conseguir acuerdo entre las partes?. Algunos profesionales defendemos la teoría de que el acuerdo es una consecuencia del trabajo en mediación, no un objetivo.
Esta visión hace que tengamos que definir las tareas del mediador/a porque podremos encontrarnos en medio de una mediación sin saber a qué dedicar nuestro esfuerzo, nuestro tiempo.
Definir la estrategia profesional
Por ello, me gusta plantear esta diferenciación de “carga de trabajo” para el/la mediador/a cada vez que se enfrenta a un caso porque, teniendo claro su tarea, podrá definir su estrategia profesional, hacer una previsión del caso, elegir las herramientas adecuadas o incluso, cambiar el modelo de trabajo si así fuese necesario.
Dicho lo cual, vamos a plantear una aproximación a las tareas generales del mediador/a en todo caso:
- Dinamizar cada reunión, es decir, es responsabilidad del mediador/a que exista comunicación en la mesa de trabajo, que se construyan posiciones, que se definan intereses o que se valoren las opciones de resolución del conflicto, por ejemplo. Para ello se entrena el/la mediador/a, no para redactar acuerdos y es en cada reunión con sus clientes donde tiene que aplicar herramientas o técnicas de trabajo que permitan que las sesiones de trabajo se desarrollen. En cualquier caso, la persona mediadora nunca podrá esperar que las reuniones tengan ritmo porque las partes lo provoquen, es su tarea principal.
- Avanzar en cada reunión y que cada esfuerzo de las partes tenga su lectura positiva del mediador/a pues no podemos olvidar que las partes están inmersas en un problema y no ven más allá. Es tarea los/as profesionales de la mediación hacer visible esos avances y que las partes del conflicto sientan ese avance como fruto de su esfuerzo y dedicación.
- Promover que las partes participen, se escuchen sus voces y hagan suyo el modelo de trabajo. Es responsabilidad del mediador/a provocar esa participación activa de las partes en todo lo que ocurra en cada reunión y con ello atender a la siguiente de las tareas del mediador/a en cada caso.
- Desaparecer para mi es un objetivo fundamental del trabajo de los/as mediadores/as en la gestión de conflictos y no con ello creo que el/la mediador/a deba “idiotizarse” pero sí tener la paciencia suficiente para dejar que las partes le sorprendan e ir participando cada vez menos de la construcción de las reuniones.
Seamos cautos en el trabajo en cada reunión de mediación, en cada sesión donde todo lo que suceda será fruto de la preparación del trabajo del mediador/a (sesiones preparadas con anterioridad, evaluaciones tras cada reunión y selección de técnicas) y nada será fruto de la casualidad, sino de la causalidad.
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En mi modesta opinión, creo que la Mediación ha existido siempre, aunque en tiempos pasados, no estaba bien definida, es magnifico que en la Sociedad actual se haya avanzado y perfeccionado en esta disciplina tan necesaria para la resolución de conflictos, a pesar de no estar considerada como tal, hay que comentar en este sentido, que realmente cuenta con contenidos e ingredientes suficientes que le permite tener un reconocimiento Académico igual a de otra disciplina Universitaria.
Muy buen articulo Juan Diego