Antoni Martínez es psicólogo y coach motivacional. Se licenció en la Universidad de Valencia en el año 2002. Posteriormente realizó un Máster en Psicología Sanitaria y realizó cursos de doctorado. Con una amplia trayectoria profesional, lleva más de 15 años ayudando a las personas a alcanzar sus objetivos. Actualmente también es director de Psicología en Positivo, un blog con numerosos seguidores donde comparte sus conocimientos con el mundo.
P. ¿Qué le llevó a estudiar Psicología?
R. Siempre fue algo muy vocacional. Siempre lo he tenido en la cabeza, quería entender por qué la gente se comporta como se comporta. Aunque, si tuviera que elegir un motivo, sería el de ayudar a las personas a ser felices.
P. A lo largo de su trayectoria como psicólogo habrá aprendido mucho del comportamiento humano y las emociones. Si tuviera que resumir todo su aprendizaje, ¿qué destacaría?
R. Como bien dices es complicado. Cada persona es un mundo y hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer terapia. Sin embargo, todos tenemos cosas en común. Todos tenemos ese deseo de alcanzar la paz y la felicidad con nosotros mismos, y creo que es con eso con lo que me quedaría.
P. ¿Considera que a las personas nos cuesta alcanzar la felicidad? Si es así, ¿por qué razón?
R. La felicidad puede ser difícil de alcanzar porque buscamos llegar a una meta. En mi opinión, la felicidad está en saber gestionar bien nuestros pensamientos. Tenemos de media 60.000 pensamientos a lo largo del día, de los cuales gran parte de ellos son malos. Pensar que todo el mundo está en tu contra no te va a convertir en una persona precisamente feliz. Estos pensamientos que nos acercan a la felicidad se pueden trabajar, y hoy día tenemos muchas maneras para ello.
P. Adentrándonos en las emociones negativas, concretamente en las situaciones conflictivas, ¿Considera que las personas discutimos demasiado?
R. Discutimos mucho porque no nos comunicamos bien. Decimos las cosas mal, de forma agresiva. Si comunicásemos de manera adecuada no habría discusión, pero alcanzar ese punto requiere un cierto grado de asertividad.
P. ¿Qué papel tiene la escucha activa en las situaciones conflictivas? ¿Considera que las personas, en general, nos escuchamos poco?
R. La escucha activa quiere decir que escucho y atiendo a lo que el otro me quiere decir, por lo que tiene un papel muy importante en los conflictos. El principal problema es que nos escuchamos, pero no siempre de forma activa.
P. ¿Cree que un psicólogo está más capacitado para ejercer de mediador que, por ejemplo, un abogado o un trabajador social?
R. Un psicólogo conoce los procesos mentales, por lo que está muy capacitado para ejercer de mediador. Sin embargo, un abogado tiene los conocimientos legales y un trabajador social los conocimientos sociales, por lo que ambos estarían capacitados en mi opinión.
P. Como psicólogo, ¿recomendaría a una persona que acudiera a mediación antes de llegar a un juicio?
R. Por supuesto. Cuando nos metemos en una situación conflictiva, todos queremos sentirnos escuchados. Una conversación puede salvar la situación, ya que en el fondo queremos sentirnos valorados y escuchados.
P. ¿Cómo influye la mediación de conflictos en la felicidad y las emociones de las personas?
R. Influye mucho ya que todos queremos sentirnos valorados y escuchados. Si conseguimos sentirnos así el conflicto puede solucionarse, pero para eso hay que trabajar y dedicar tiempo a la escucha activa.
P. En su opinión, ¿qué valores o capacidades debe tener un buen mediador o mediadora de conflictos?
R. La escucha activa, la asertividad, la empatía, como veníamos diciendo. Pero además la estructura del proceso de mediación. Es decir, ha de hacerse un análisis de la situación claro. Ver qué desean ambas partes y dónde les gustaría llegar. Tras ello desarrollar un proceso entre ambas. Finalmente, acordar por escrito o como mínimo de forma muy clara verbalmente las resoluciones tomadas.
P. ¿Hay algo más que quiera destacar sobre la mediación o la psicología?
R. Me gustaría destacar que, en situaciones conflictivas, el primer ámbito a recurrir siempre es o debería ser la mediación o la terapia de pareja, por ejemplo. Así nos encaminamos hacia una solución razonada conjuntamente.
Entrevista elaborada por Rocío Sánchez