Previamente hemos mencionado las ventajas de impulsar el arbitraje y la mediación como alternativa más rápida a los juzgados, pero cabe plantearse si la mediación está resultando exitosa realmente a efectos prácticos en cuanto a la reducción del atasco judicial. ¿Consigue la mediación descongestionar los juzgados?
Según los datos, España es el 4º país de la OCDE con mayor tasa de litigios por persona, y además se encuentra por debajo de la media europea en cuanto a número de jueces por habitante. Esto es un indicio que refleja una realidad: los retrasos judiciales y los atascos en los juzgados españoles con casos por resolver.
Para combatir esta situación, las autoridades promueven una posible solución parcial: la mediación, que si bien todavía tiene un peso relativamente bajo dentro del sistema judicial, su uso se ha ido incrementando exponencialmente durante los últimos años.
La mediación destaca por poder aplicarse tanto en conflictos de tipo penal como civil, aunque en nuestro país se acude a ella en mayor número de ocasiones para resolver casos relativos a la familia donde entran en juego cuestiones personales y emocionales (como, por ejemplo, divorcios).
Sin embargo, el uso de la mediación no está extendido entre la sociedad general, por lo que se fomenta la práctica mediante los magistrados en fase de instrucción, quienes sugieren a las partes acudir a procesos de mediación antes de continuar con los trámites de los juicios ordinarios. Esto es lo que se conoce como mediación intrajudicial.
Conforme a los datos de mediación intrajudicial aportados por el CGPJ, en el año 2015 se produjeron en España 1.383 casos de mediación familiar, 1.881 de mediación penal y 104 de mediación civil. Por otro lado, los cálculos del Instituto para la Difusión de la Mediación (IDM) revelan que en 2016 en la Comunidad de Madrid se realizaron más de 1.000 procesos de mediación en diferentes ámbitos, de los cuales un 90% fueron por vía intrajudicial.
Las cifras corroboran que la mediación está jugando un papel importante en la descongestión de los juzgados. Pero lo que se pretende desde el IDM es ir un paso más allá e incrementar el acceso a la mediación de manera prejudicial, y para ello es esencial que los ciudadanos conozcan previamente la opción de la mediación como alternativa a la vía judicial tradicional.
La vocal del CGPJ, María José Sáez, afirmó en unas jornadas organizadas recientemente por el IDM que la normativa actual es “poca, pero suficiente” para el pleno uso de la mediación, y que para seguir implantándose con éxito es fundamental la colaboración de “todos los actores que participan en la Administración de Justicia”.