En la sociedad actual en la que van en aumento los conflictos escolares, las relaciones interpersonales, la comunicación, la gestión emocional y la resolución de conflictos tienen un papel clave a la hora de prevenir la violencia y las distintas formas de agresión.
Es por ello que en este caso se hacen necesarias herramientas que doten a toda la comunidad educativa de un clima positivo donde se potencie el desarrollo de unas relaciones sanas, seguras y sólidas entre todos los miembros.
Que entendemos por acoso escolar
El acoso escolar hace referencia al término inglés “bullying” (“bull”, toro), término aceptado por todos los países y que hace referencia al poder que unos alumnos ejercen sobre otros en etapas educativas concretas produciendo victimización psicológica (Martínez, 2006).
Es una forma de maltrato intencional y perjudicial, una acción provocada en situación de indefensión, sumisión o inferioridad que se da por parte de un alumno a otro compañero que suele convertirse en su víctima habitual y que puede persistir en el tiempo.
Algunos aspectos claves del acoso escolar son:
- Abuso de poder, del más fuerte al más débil.
- Persecuciones.
- Intimidaciones, físicas, verbales o psicológicas, con la intención de causar daño, miedo o dolor a la víctima.
- Repetidos incidentes entre los mismos niños, niñas o adolescentes que se dan de forma constante y durante un tiempo prolongado.
- Vejaciones y abusos sexuales.
- Maltrato físico, como distintos tipos de agresión o los ataques a la propiedad.
- Maltrato verbal, poner motes, insultar, hacer comentarios racistas, etc.
- Maltrato social, propagación de rumores humillantes que pretenden el aislamiento del grupo y la exclusión.
- Maltrato indirecto, induciendo a agredir a un tercero.
Por dónde empezar
Conocer el origen del conflicto, los factores que han dado lugar al desequilibrio de fuerzas, el rol que desempeñan y la percepción que tienen todos los implicados, víctima, acosador, testigos, etc. y los tipos de conflictos existentes y mecanismos con los que cuentan para resolverlos, van a ser el punto de partida para diseñar de manera eficaz protocolos de actuación y establecer pautas que acerquen a la comunidad educativa a la reflexión, potenciando el desarrollo del espíritu crítico.
La mediación como herramienta ante el acoso escolar
La mediación es una de las claves para la prevención del acoso escolar, atacando el conflicto en sus fases iniciales en dónde los alumnos van a ser los agentes y los beneficiados de la mediación.
Este método alternativo de resolución de conflictos es eficaz ya que puede evitar la frecuencia o la repetición de las agresiones o de la violencia, paliar la indefensión e incluso transformar la intencionalidad a través de la empatía. Para ello es vital que la escuela desarrolle la autonomía y el cultivo de la razón dialógica, como apunta M. Martínez (1993).
Cobra especial relevancia por tanto trabajar desde la mediación en la resolución no violenta, buscando soluciones pacíficas en un ambiente en el que se propicie la escucha activa, se permita la creación de una identidad a los alumnos dentro de un grupo, así como tomar conciencia del daño causado a otros y el enfocarse en acuerdos.
Fierro y Carbajal (2019) apuntan que la convivencia favorece la reducción de los niveles de conflicto de forma constructiva, favoreciendo los aprendizajes. Desde este planteamiento la mediación educativa será la estrategia idónea en el proceso de resolución de conflictos.
Es necesario educar en y para el conflicto, esencial afrontarlo e intentar resolverlo con la comunicación entre las partes en el momento de producirse, para que no vaya en aumento y no afecte a otros miembros de la comunidad educativa.
Por todo ello es fundamental potenciar relaciones dinámicas basadas en la cooperación, comprensión y valoración para resolver conflictos escolares, estimular la creatividad, facilitar el trabajo en equipo y potenciar la asunción de responsabilidades. Debemos ser modelos a seguir y consolidar una cultura de mediación a largo plazo para garantizar en el ámbito educativo unas relaciones sanas, seguras y sólidas.
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