Todas las familias experimentan cambios a lo largo del tiempo. Estos cambios siguen un patrón, es decir, tienen un patrón común en la mayoría de las familias, por eso se habla de etapas del Ciclo Vital Familiar.
Estas etapas no se entienden solo como los cambios que va a travesando por separado cada uno de los miembros que componen el núcleo familiar, sino que la familia como tal evoluciona, como un todo más allá de la suma de sus partes y los distintos miembros de la familia vivirán de manera distinta estos cambios.
¿Cuáles son estas etapas por las que atraviesa un núcleo familiar?
Existen múltiples modelos para explicar el ciclo familiar, entre los más utilizados está el propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que divide la evolución familiar en las siguientes etapas.
La primera de estas fases se ha llamado de formación, inicia con la constitución de la pareja. Representa el primer ajuste de roles para los miembros de la pareja. Es en este punto que la nueva pareja debe definir la interacción que mantendrá y de igual forma se deben establecer los límites sobre la relación.
La posterior etapa de extensión comienza con el nacimiento del primer hijo, con esta transición hacia la fase parental, la familia se vuelve un trío, en el que uno de ellos es totalmente dependiente de los otros. Se marca el inicio de la actividad procreadora de la familia, en la que los nuevos padres deben establecer los cánones que han de llevar a la práctica con sus hijos, dentro de esta fase se incluyen el nacimiento de todos los hijos posteriores, sin importar cuanto sean. Con el nacimiento de los últimos hijos de la pareja arrancará la fase de extensión completa.
Tras la misma se inicia la fase de contracción que comienza cuando el primer hijo abandona el hogar familiar. En ese momento el círculo social y afectivo que representa la familia comienza a reducirse, esta fase finaliza cuando el último de los hijos abandona el hogar de sus padres.
A partir de este evento se inicia la fase de contracción completa. Es en esta etapa que ambos progenitores pueden desarrollar el llamado síndrome del nido vacío, sino contienden adecuadamente con la lejanía de sus hijos y las adaptaciones que estos cambios requieren.
La fase de contracción completa termina cuando el primero de los cónyuges muere, que señala el inicio de la fase de disolución de la familia, esta etapa se consuma definitivamente, con la muerte del último de los cónyuges, que pone punto y final en la evolución de la familia.
¿Es necesario para los profesionales de la educación tener en cuenta estas etapas para intervenir con una familia?
Es importante que los profesionales de la educación que tratan con familias en su labor profesional conozcan las etapas del ciclo vital familiar, así como las características de cada una de estas etapas, los hitos y las necesidades inherentes a cada una de las mismas.
Cada etapa conlleva unas situaciones diferentes y los miembros de una familia deben adaptar sus roles de cara de adoptarse a las necesidades de cada una de las etapas. El paso de una etapa a otra supone desequilibrios y tensiones en la dinámica familiar que como profesionales debemos tener en cuenta para que nuestra intervención sea eficaz.
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