En los tiempos en que nos encontramos, con la evolución que está experimentando el sistema sanitario, creo que también es muy importante hablar y desarrollar la humanización dentro de este ámbito.
¿Qué es la Humanización Sanitaria?
El concepto de humanización hace referencia al abordaje integral de la persona, a su extensión holística, donde interactúan las dimensiones biológica, psicológica, social y espiritual. Por lo tanto, humanizar la asistencia significa hacerla digna del ser humano y coherente con los valores de cada persona; y los profesionales tenemos mucho que ver en esta experiencia.
La humanización ha sido un valor transversal, incorporado en diferentes estrategias, programas, políticas, planes, protocolos… La importancia de los derechos de los pacientes como eje básico de la atención sanitaria se pone de manifiesto por parte de organizaciones internacionales y en diferentes regulaciones y normas jurídicas a nivel nacional y regional.
Es un hecho innegable que en nuestros centros sanitarios tenemos importantes retos por delante: nos queda mucho que avanzar para acortar el distanciamiento entre el humanismo y la ciencia. El modelo tradicional ha priorizado, la técnica y la evidencia científica sobre el aspecto humano, pero la experiencia nos dice que “no puede existir una asistencia digna si no es una asistencia humanizada”.
La importancia de una asistencia sanitaria humanizada
La pandemia de la COVID-19 ha sido, y es sin duda, un desafío para todos. Pacientes y profesionales estamos viviendo una triple y triste realidad: por un lado, pacientes sufriendo solos; por otro lado, su familia, sufriendo también, sintiéndose impotentes, lejos de ellos, sin poderles acompañar; y, en tercer lugar, los profesionales sanitarios, luchando con la incertidumbre de poderles curar y cuidar. Todo este escenario ha provocado la puesta en marcha de acciones humanizadas con carácter urgente que han venido para quedarse.
Resaltar que son aspectos fundamentales para favorecer una atención humanizada, la accesibilidad, el favorecer el acceso al sistema sanitario, evitar tiempos de espera innecesarios en la medida de lo posible, facilitar y unificar citas, ofrecer una atención de calidad centrada en el respeto y la escucha activa, prestar atención preferente a la vulnerabilidad, ofrecer una calidad científico-técnica adecuada, colaboración conjunta, sensibilización, compromiso profesional, no discriminación e igualdad de oportunidades, entre otras.
Y como ejemplo de asistencia sanitaria humanizada nos encontramos los servicios de mediación sanitaria, cuyo objetivo es crear un sistema efectivo y beneficioso para la resolución de conflictos, tanto para las relaciones entre el personal sanitario, como respecto a las relaciones entre usuarios del sistema y los mismos profesionales, donde se facilita la empatía, la comunicación verbal y no verbal, con medidas dirigidas a promover el respeto a la dignidad, singularidad, individualidad y humanidad.
En la formación de especialidad sanitaria impartida desde la Escuela Internacional de Mediación podemos seguir trabajando, afianzando y profundizando en conceptos como el que os acabo de exponer, fundamentales para el desarrollo de una profesión de calidad y humanizada.