El espejo en mediación

Durante el proceso de la mediación nos vamos a encontrar situaciones de tremenda dificultad por la tensión emocional que presentan las partes.

Herramientas de los mediadores/as

Ante estas emociones conocemos diversidad de herramientas que nos ayudaran a conseguir un aspecto fundamental para el proceso, restablecer la comunicación entre las partes. Sino conseguimos este objetivo, el proceso de mediación está casi condenado al fracaso.

Y aquí llega el punto importante de nuestro papel, los mediadores somos como un espejo, un espejo en el que los mediados deben de mirarse para ver de manera directa aquello que han de mejorar, afianzar aquello que está fluyendo bien.

Porque los mediadores debemos conseguir que miren donde es necesario, nuestro trabajo es llevarlos a focalizar su atención a los lugares de ellos mismos donde hay emociones sin explicar, sin entender o sin conocer que están influyendo en el conflicto que traen.

Para ello debemos reflejar en este espejo una actitud de escucha activa continua, de empatía y asertividad, eso que se ve por detrás de la silueta del mediado que hace que la imagen sea más agradable. No es lo mismo mírate en un espejo con la habitación desordenada por detrás, que un dormitorio bonito y bien arreglado, ya que en este caso te sentirás mejor con lo que ves.

Papel de los mediadores/as en situaciones de tensión emocional

Las partes según ven en su espejo lo que el mediador refleja junto con lo como ellos se comportan, y cuando ven cosas que les motivan, más ganas tienen de estar de una forma sana. 

Si ellos ven que nuestra forma de hablar en calmada, nuestro tono de voz amable, es muy probable que se paren a mirar si ellos no lo hacen así, en ese caso, ensayan con su espejo (mediador) su tono de voz más amable de forma inconsciente, para acabar entendiendo que también pueden usarlo con aquella persona con quien estaban en conflicto.

Esta primera fase de la mediación requiere grandes dosis de paciencia de los mediados y del mediador, pero el resultado es la llave para encontrar unos acuerdos satisfactorios para las partes mediadas.