El Trabajo Social como disciplina ha estado siempre próximo a contextos y situaciones conflictivas a distintos niveles. Y quizás en este especial momento que vivimos provocado por la pandemia, son muchos los/las trabajadores/as sociales que han realizado funciones como gestores/as de conflictos, aplicando métodos y técnicas para prevenir y/o dar solución a las situaciones problemáticas que se plantean en los diversos ámbitos de la profesión, ya sean de carácter público o privado.
Ante una situación conflictiva, a nivel individual, grupal o comunitario, los/as trabajadores/as sociales actúan valorando y analizando la situación de manera neutral y objetiva, para comprender las causas que la han originado y así, ofrecer una vía de solución adecuada a cada circunstancia, logrando la transformación positiva de la situación, y que las partes participen activamente en la toma de decisiones, responsabilizándose tanto de sus acciones como de la búsqueda de soluciones.
Como en el caso de Murcia, donde la administración autonómica anunciaba recientemente la incorporación de estos profesionales para ayudar a gestionar la crisis social en los casos de cuarentena y aislamiento por positivo en COVID-19. May Penín, presidenta del Colegio de Trabajadores/as Sociales, destaca el refuerzo, con una treintena de profesionales, llevado a cabo por el Ayuntamiento de Murcia en los últimos meses y también desvela que se están generando nuevas bolsas de trabajo en varios municipios de la Región para incorporar más trabajadores/as sociales.
El actual marco legal de la mediación ofrece al trabajo social un nuevo espacio profesional donde la mediación social se reconoce como ámbito propio del trabajo social y sitúa al trabajador/a social como profesional idóneo para dar respuesta a la conflictividad social actual.