III Simposio Tribunales y Mediación:
Balance de un año de vigencia de la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación civil y mercantil
La normativa que regula la mediación en temas civiles y mercantiles entró en vigor el 27 de julio de 2012, y desde entonces los esfuerzos por parte de los profesionales jurídicos y mediadores han ido encaminados a promover la mediación y a conseguir que a día de hoy se siga hablando de ella cada vez más. Y lo cierto es que, poco a poco, la mediación va asentándose en nuestro país y va consolidándose como una de las vías de resolución de conflictos alternativas a la justicia ordinaria más idóneas y favorables para las partes implicadas, además de ayudar a descongestionar los juzgados.
Prueba del grado de madurez alcanzado por la mediación es la celebración del III Simposio Tribunales y Mediación en Madrid los próximos días 26 y 27 de septiembre, organizado por el Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación en España (GEMME España), bajo el título “Balance de un año de vigencia de la Ley 5/2012”. Más de 700 profesionales de toda España se reunirán para analizar resultados de casos reales y experiencias piloto, establecer protocolos y elaborar códigos de buenas prácticas, algo imprescindible para contribuir a mejorar el sistema de la mediación.
La presidenta de GEMME España y magistrada del Tribunal Supremo, María Lourdes Arastey, deja claro cuáles son los objetivos de la jornada de debates: “Con este III Simposio Tribunales y Mediación se pretende que la sociedad en su conjunto y, especialmente el sector profesional de la abogacía, conozca y utilice estos métodos alternativos de resolución de conflictos. El gran reto, a partir de la finalización del simposio, será el de la calidad de la mediación”. De tal modo que es necesario insistir en desarrollar y difundir la mediación, no solo entre la sociedad sino también dentro de los propios juzgados, para que sean los jueces quienes sugieran la derivación de ciertos casos susceptibles de ser resueltos por un mediador.
Aún queda mucho camino por recorrer, ya que es necesario seguir fomentando la cultura de la mediación para que logre estar presente en todos los ciudadanos y sean así conscientes de que disponen de una nueva herramienta a la hora de enfrentarse a un conflicto, como es la mediación, basada en el pacifismo, la rapidez (disminuyendo la duración de los largos procesos judiciales que pueden llegar a desgastar y afectar emocionalmente a las partes), el abaratamiento de costes y el mutuo acuerdo. Estas ventajas y valores positivos, junto con una mayor divulgación por parte de los medios de comunicación, permitirán sin duda alguna augurar una larga vida a la mediación.