Pérez-Amat, Esther. «Disciplina positiva: ¿Qué es y cómo aplicarla en la crianza?» RTVE, 30 de enero de 2024

La Disciplina Positiva se caracteriza por ser una herramienta transformadora en el trabajo con menores. Tal como lo demostraron Diana Jiménez y Mariana Capurro en RTVE, este enfoque no solo es factible, sino también muy eficaz para fomentar el desarrollo integral de los niños. En el contexto de un posgrado en intervención con menores, la Disciplina Positiva debe considerarse no solo como una metodología adicional, sino como un paradigma capaz de generar un impacto significativo en la vida de los menores con quienes trabajamos.

Adoptar y aplicar la disciplina positiva no solo mejora la calidad de la intervención, sino que también contribuye a la creación de una sociedad más empática, respetuosa y colaborativa.

La disciplina positiva es la firmeza amable. «La amabilidad es la manera en la que yo te digo las cosas y la firmeza son los límites», así lo define Diana Jiménez, psicóloga y educadora en Disciplina Positiva en el segundo episodio del video podcast ‘Te crío mucho.

Educar con límites y sin miedo es la propuesta principal de la disciplina positiva

La permisividad también es negligencia, afirma la psicóloga Marina Capurro. “Ellos necesitan unos límites bien marcados y dentro de ellos se van moviendo, pero nosotros tenemos que marcar ese camino. Para no caer en la permisividad, debemos tener bien claro nuestros principios y nuestras prioridades”.

La alternativa a dar órdenes es hacer preguntas hasta que el menor entienda el porqué de la norma

La disciplina positiva se presenta como un enfoque esencial en la intervención con menores, destacándose por su capacidad para fomentar el desarrollo integral de los niños. Diana Jiménez y Mariana Capurro han demostrado en RTVE que esta metodología no solo es viable, sino que también resulta altamente eficaz. Al integrarla en programas de posgrado, se debe considerar como un paradigma clave, no solo como una técnica adicional. En conclusión, la Disciplina Positiva tiene el potencial de transformar significativamente la vida de los menores con los que trabajamos, marcando una diferencia real y positiva.

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