Por José Jesús Trujillo
La mediación escolar debe ser una herramienta fundamental para gestionar los conflictos que surgen en el entorno educativo. En los últimos años, la convivencia en los centros y aulas ha cobrado especial relevancia, no solo por la diversidad cultural y social, sino también por los desafíos que plantea la interacción diaria entre estudiantes, profesores y familias. Se trata de un proceso voluntario y guiado por una persona imparcial (el mediador), cuyo objetivo es ayudar a las partes implicadas en un conflicto a dialogar, comprender sus diferencias y encontrar soluciones satisfactorias para todos. Este método promueve la comunicación, la empatía y el respeto, valores esenciales para una convivencia sana. En el caso de los centros educativos, convendría que las personas encargadas de realizar esta labor sean personas insertas en el centro: profesores, padres, alumnado…, que formen un equipo al que lleguen todos aquellos conflictos “dignos de ser mediados”.
¿Qué razones existen para la presencia de la mediación en los centros y aulas escolares?
Podemos destacar infinidad de razones, de entre las que destacan las siguientes:
- Prevención de conflictos: La mediación ayuda a identificar y abordar los conflictos antes de que se agraven, evitando situaciones de violencia, acoso o exclusión.
- Mejora del clima escolar: Un ambiente donde se fomenta el diálogo y la resolución pacífica de los problemas contribuye a que los estudiantes se sientan seguros y respetados.
- Desarrollo de habilidades sociales: Los alumnos aprenden a escuchar, a expresar sus emociones, a negociar y a trabajar en equipo, competencias clave para su vida personal y profesional.
- Fomento de la responsabilidad: Al participar en procesos de mediación, los estudiantes asumen la responsabilidad de sus acciones y comprenden las consecuencias que tienen en los demás.
Inclusión y respeto a la diversidad: La mediación facilita la integración de alumnos de diferentes culturas, religiones o capacidades, promoviendo el respeto y la tolerancia.
Beneficios de la mediación para la comunidad educativa
La presencia de la mediación en los centros escolares beneficia no solo a los estudiantes, sino también a los profesores y las familias. Se reduce el número de conflictos graves, mejora la relación entre todos los miembros de la comunidad educativa y se crea un entorno más propicio para el aprendizaje y el desarrollo personal.
Además, la mediación escolar contribuye a la adquisición de valores democráticos y a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, donde la palabra y el entendimiento prevalecen sobre la confrontación.
Por tanto, incorporar la mediación en nuestros centros y aulas escolares es esencial para avanzar hacia una educación integral, en la que cada persona se sienta valorada y escuchada. Apostar por la mediación es invertir en el bienestar, la paz y el futuro de nuestros estudiantes y de la sociedad en su conjunto.

Cómo construir y poner en marcha, paso a paso, un programa de mediación escolar, a través de la cultura de paz
En la Escuela Internacional de Mediación llevamos años trabajando sobre la mediación y la mejor forma de crear programas para mediar en diferentes ámbitos.
Siguiendo a Corbela y Romera (2008) habría que tener en cuenta una serie de fases: 1) el compromiso del centro y la creación del equipo coordinador; 2) el diseño del programa y del proceso de implementación; 3) la selección del equipo mediador; 4) la formación del equipo mediador; 5) la difusión del programa; 6) la organización del servicio; 7) la coordinación y el seguimiento y 8) finalmente la evaluación.
Para que la mediación entre iguales sea una realidad es necesario crear cultura de mediación en todo el centro, ya que si tenemos un servicio de mediación que nadie utiliza es un esfuerzo inútil. Por ello, es necesario difundir la mediación con mayor vehemencia, para que la primera opción del alumnado ante un conflicto sea solicitar el servicio de mediación. Para ello, es ineludible que toda la comunidad educativa se implique y no sólo el profesorado sensibilizado y que está ejecutando el programa. Por eso, es imprescindible contar con la colaboración del equipo directivo, el claustro de profesores y la Asociación de Familias (Galindo y Sanahuja, 2020).
En el post: Educar para la paz a través de la mediación educativa os contamos las claves para construir una cultura de paz en los centros y aulas escolares: https://eimediacion.edu.es/ser-mediador/noticias-escuela-mediacion/mediacion-educativa/
Bibliografía:
Corbeña, L. y Romera, C. (2008). Cómo poner en marcha paso a paso, un programa de mediación escolar entre compañeros. Departamento de Justicia y Administración Pública del Gobierno Vasco.
Galindo, E. I. y Sanahuja, A. (2021). Implantación de un proyecto de mediación entre iguales: hacia una mejora de la convivencia en el contexto educativo. Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga, 2(1), 130-147 https://doi.org/10.24310/mgnmar.v2i1.8459
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