Los espacios de trabajo, como núcleo de convivencia de intereses personales y profesionales, son un lugar idóneo para que surjan conflictos entre las personas. Pocas son las empresas que acuden a los medios de prevención y acción sobre los conflictos en el lugar de trabajo. Conocer sus causas es fundamental para reducir la conflictividad.
Principales causas en la conflictividad laboral
Cuando pensamos en los conflictos en el lugar de trabajo, solemos entender que estos se circunscriben a aquellos derivados de los incumplimientos generados tanto por el empleador como por el empleado de las obligaciones contraídas por ambos en el contrato de trabajo, o aquellas de naturaleza convencional o legal.
La vulneración de derechos, o los citados incumplimientos, si son de cierta gravedad o reiterados en el tiempo, derivan en conflictos irresolubles, que se acaban judicializando tras un despido o extinción contractual de otra naturaleza. Estos conflictos, también llamados verticales, suelen ser difícilmente mediables, si hablamos del ámbito individual.
Sin embargo, el lugar de trabajo puede ser dentro de su actividad habitual, un lugar de conflictos provocados por la convivencia en unos casos, o por los intereses y expectativas de los miembros del equipo de trabajo.
Los diferentes roles asumidos por los miembros de la plantilla, sus categorías profesionales y sus autopercepciones no suelen coincidir.
Nos encontramos en el lugar de trabajo a trabajadores que entienden tener mayor valía que compañeros que se sitúan en un plano superior de responsabilidad, lo que le dificulta tanto su integración como su capacidad de trabajo en equipo. Esta circunstancia es una fuente latente de conflictos, que se incrementará si no disponemos de recursos personales como la empatía y la humildad.
Otra fuente de conflictos es la de no disponer de un líder que trabaja desde la atalaya del autoritarismo. Es obvio que forma parte del liderazgo la de establecer límites, pero es una constante fuente de conflictos, cuando dichos límites se imponen sin el más que necesario establecimiento de normas previas.
Sistemas de prevención de conflictos
No hay mejor forma de evitar los conflictos en el lugar de trabajo que establecer sistemas de prevención de los mismos. Es evidente, y no vamos a profundizar en dicha circunstancia, que el cumplimiento riguroso de la ley y los contratos de trabajo, dotan de una seguridad jurídica a ambas partes, que debería los conflictos de los que llamamos irreversibles, o difícilmente mediables.
Sin embargo todos aquellos conflictos no jurídicos, podrían prevenirse si desde la empresa se establecen las bases mediante adecuados sistemas de prevención.
- El principal sistema de prevención es la elaboración de protocolos que doten de seguridad jurídica a los trabajadores de la plantilla en la toma de decisiones. Estos protocolos, muy habituales y eficaces en las empresas familiares, dotan a la plantilla de trabajadores, directivos y socios de la compañía de herramientas para conocer a priori circunstancias que son susceptibles de convertirse en conflictivas.
Conocer las reglas del juego, a través de protocolos internos facilita la comunicación interna, y evita conflictos que son latentes y pueden aflorar en la convivencia o las legítimas reclamaciones laborales.
- La segunda vía preventiva es la formación. Resulta necesario, al mismo tiempo que se establecen sistemas de formación en materias relacionadas con nuevas tecnologías o formación permanente en adecuación a cambios normativos u otras áreas, establecer un sistema formativo para dotar a toda la plantilla de recursos para evitar los conflictos en el centro de trabajo.
- La tercera vía para evitar los conflictos o para adelantarse a ellos una vez que los mismos surgen de forma latente es la que muchos autores califican como “la mediación gerencial”. Se trata de aprovechar la capacidad negociadora, empática y mediadora de ciertos directivos de la compañía que puedan resultar eficaces para evitar el deterioro de las relaciones entre ciertos miembros, que puedan distorsionar la convivencia.
Estos conflictos que surgen en las empresas, pueden suponer un importante deterioro de la paz laboral, lo que provoca desmotivación y bajada del rendimiento del trabajador, lo que repercute en bajada de rendimiento de la empresa. Por el contrario una buena gestión de los sistemas de prevención de conflictos en el ámbito laboral, así como de actuación sobre los mismos, no sólo van a provocar un buen clima de trabajo, sino una mayor productividad empresarial.
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