Según el Ministerio de Educación de España, más del 9% del alumnado de colegios e institutos se ha sentido acosado o ciberacoso por sus compañeros alguna vez.
El 4,58% del alumnado en España admite haber acosado alguna vez a un compañero y el 4,62% haber ciberacosado a una persona. Un estudio de la Fundación ANAR, incide en que las formas de acoso más utilizadas son: los insultos, motes y burlas. La mayor parte de las agresiones (72%) se producen en grupo. Igualmente, destaca que un 45,4% de los chavales percibe que su profesor «no hace nada» y más de un 60% que su centro escolar «no hace nada» por prevenir e intervenir en estas situaciones de violencia.
El rol del mediador escolar es esencial para prevenir, detectar e intervenir en casos de acoso entre el alumnado
La mediación es una de las claves para la prevención del acoso escolar, atacando el conflicto en sus fases iniciales en dónde los alumnos van a ser los agentes y los beneficiados de la mediación.
Resulta especialmente relevante trabajar desde la mediación en la resolución no violenta, buscando soluciones pacíficas en un ambiente en el que se propicie la escucha activa, se permita la creación de una identidad a los alumnos dentro de un grupo, así como tomar conciencia del daño causado a otros y el enfocarse en acuerdos.
En lo referido al ámbito en la convivencia escolar, el mediador se presenta como un profesional con amplias competencias didácticas y habilidades sociales, tales como: la persuasión, el liderazgo y la capacidad negociadora, las cuales le permiten ayudar en la resolución de los problemas que pudieran surgir entre los diferentes elementos del entorno estudiantil.
Características principales que debe presentar el perfil de mediador escolar
El perfil del mediador escolar se compone de una serie de características, las cuales pueden ser fortalecidas o desarrolladas a través de un programa especializado en la materia:
- Altas competencias pedagógicas: educa y enseña a las partes involucradas sobre cómo resolver de forma adecuada conflictos en el futuro.
- Cercanía: es alguien accesible, con vocación para el servicio, paciente y sencillo.
- Creatividad: siempre irá un paso adelante, proponiendo soluciones múltiples e innovadoras.
- Credibilidad: es alguien elocuente, cuya presencia y actuación inspira respeto y confianza.
- Eficiencia: interviene, procura celeridad y construcción de acuerdos prácticos.
- Humildad: ayuda a los demás sin esperar reconocimiento por su labor.
- Imparcialidad: tiene la capacidad de mirar una situación con objetividad y proponer salidas conciliadoras.
- Madurez emocional: centrado, ecuánime y siempre mantendrá la compostura.
- Optimismo: siempre aborda los conflictos desde una perspectiva positiva.
- Paciencia: sabe perseverar y otorga tantas oportunidades como sea necesario.
- Habilidades técnicas para mediar.
A fin de cuentas, el profesional / la profesional que medie en los conflictos escolares debe trabajar con celeridad, eficacia y eficiencia, utilizando el tiempo de manera hábil y pasando por las diferentes fases de la mediación de manera provechosa, o sea, sin demorarse innecesariamente, ya que esto puede agravar de manera notable el proceso.
Para todo ello, se hace imprescindibles tener un excelente conocimiento de las estrategias y herramientas más adecuadas en cada caso y momento, demostrando su eficiencia y dominio y transmitiendo seguridad y rigor.
Por tanto, como ya indicábamos en otro post de este blog sobre conflictos en los entornos educativos, que, el mediador debe constituirse como un guía y catalizador a través del diálogo multidireccional que potencia el análisis reflexivo de las partes para sean conscientes de los causantes de las situaciones conflictivas. En ocasiones, impide la escalada de conflictos y ayuda a las partes a superar un estancamiento del conflicto. El mediador no puede ser frívolo o inepto al hacer su tarea. Tiene muy claro un precepto fundamental: el poder descansa en las partes, por tanto, debe desempeñar su tarea de modo consciente y constructivo para llevar a las partes a acordar términos aceptables de acuerdo.