La perspectiva de género en la mediación es fundamental para garantizar un proceso justo y equitativo. La comprensión de las dinámicas de poder y las influencias culturales en las relaciones de género es esencial para abordar las asimetrías. Los principios de neutralidad e imparcialidad, así como la ética profesional, son fundamentales para mantener la integridad y la credibilidad del proceso de mediación. A través de un enfoque consciente y sensible a las diferencias de género, los mediadores pueden crear un espacio seguro y constructivo donde las partes puedan resolver sus conflictos de manera efectiva y satisfactoria. Al fomentar un diálogo abierto, respetuoso y equitativo, la mediación con perspectiva de género puede contribuir que las partes encuentren una salida del conflicto inclusiva.