Los modelos educativos familiares son los patrones de crianza que madres y padres aplican en la educación de sus hijos. Estas pautas influyen de forma directa en su desarrollo integral, autoestima, desempeño académico y socialización.
En las últimas décadas, las relaciones de pareja y la estructura familiar han experimentado transformaciones profundas, reflejo de los cambios sociales, culturales y económicos. Tradicionalmente, el matrimonio se concebía como un compromiso de por vida, basado en el deber, la fecundidad y el sacrificio personal como pilares de la familia.
En ese contexto, los roles de género estaban claramente definidos, con una división marcada de tareas y responsabilidades. Las relaciones entre padres, madres e hijos se organizaban bajo jerarquías rígidas y una autoridad incuestionable.
Dimensiones que Influyen en la Educación Familiar

El liderazgo transformacional busca generar un impacto positivo en las personas y en la cultura oSegún Nardone (2003) y Santiago Almazán (2008), los modelos educativos familiares se explican a través de dos dimensiones clave:
- Exigencia vs. Permisividad
- Apego vs. Desapego
Estas dimensiones permiten entender cómo se establecen los vínculos entre padres/madres e hijos y cómo influyen en la aparición de conflictos, especialmente en la adolescencia.
En nuestro trabajo con familias y adolescentes conflictivos hemos comprobado que estas dos variables resultan determinantes para comprender la dinámica entre autoridad, normas, afecto y autonomía.
Tipos de Modelos Educativos Familiares

1. Exigente/Apegado o “Agobiador”
Los padres/madres de este grupo establecen reglas claras y disciplina, al tiempo que mantienen un alto nivel de implicación emocional.
- Ventaja: cercanía afectiva.
- Riesgo: sobreprotección y sensación de ahogo que limita la autonomía de los hijos.
2. Exigente/Desapegado o “Dictador”
Este modelo prioriza la disciplina y el control, pero con escasa conexión emocional.
- Se imponen normas rígidas y castigos como base de la autoridad.
- Riesgo: relaciones frías, sin espacio para el diálogo ni la empatía emocional.
3. Permisivo/Apegado o “Madraza”
En este perfil predominan el afecto y la cercanía, pero faltan normas claras.
- Se perdonan errores constantemente.
- Riesgo: ausencia de límites, sobreprotección y dificultades para que los hijos desarrollen autonomía y responsabilidad.
4. Permisivo/Desapegado o “Pasota”
En este grupo apenas hay implicación educativa ni afectiva.
- No se establecen límites ni autoridad.
- Riesgo: inseguridad, baja autoestima y falta de referentes en el desarrollo personal de los hijos.

Conclusiones: El Equilibrio en la Crianza Familiar
El equilibrio entre exigencia y apego resulta esencial para promover un desarrollo saludable en niños y adolescentes. Cada perfil parental tiene consecuencias distintas en la formación de la personalidad y en la relación con la autoridad, el afecto y la autonomía.
Reflexionar sobre los distintos modelos educativos familiares ayuda a madres y padres a tomar conciencia de su estilo de crianza y a avanzar hacia pautas más positivas y equilibradas que favorezcan el bienestar de sus hijos.
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